Desequilibrio de la Microbiota Vaginal
Una microbiota vaginal equilibrada es el principal mecanismo de defensa natural del cuerpo contra las infecciones urogenitales.
Como cualquier órgano, la vagina tiene su propia microbiota, formada por una gran cantidad de bacterias, incluido un tipo conocido como lactobacilos, la «torre de control» de defensa vaginal. Estas bacterias protectoras tienen una función defensora contra los microbios, ya sean externos (infecciones de transmisión sexual, infecciones provocadas por la microbiota intestinal, etc.) o aquellos de la cavidad vaginal que se desarrollan anormalmente (micosis, vaginosis, etc.). Estas infecciones pueden provocar síntomas molestos (picor, irritación, sensaciones de escozor, un desagradable olor «a pescado», flujo anormal y abundante, dolor durante las relaciones sexuales, etc.).
Algunas situaciones propician un desequilibrio en la microbiota vaginal (una falta de lactobacilos vaginales y un aumento de patógenos):
- Antibióticos.
- Tabaquismo.
- Higiene personal excesiva o inadecuada.
- Cambios hormonales (embarazo, menopausia, cambios de anticonceptivos, etc.).
- Ropa sintética o muy ajustada, ropa interior lavada con suavizante.
- Vida sexual.
- Estrés.
Durante la menstruación, en concreto, aumenta el pH de la vagina, lo que desequilibra la microbiota vaginal. Cuando se altera el equilibrio natural de la microbiota vaginal, aumenta el riesgo de aparición de infecciones urogenitales. Por tanto, se recomienda especialmente un aumento de los lactobacilos, principalmente mediante probióticos, para reequilibrar la microbiota durante este periodo clave.
Probióticos para la flora íntima: una respuesta ideal. Una forma natural y sencilla de reducir los problemas en la zona íntima.
Microbiota vaginal
Los probióticos son bacterias que se encuentran en su estado natural en el cuerpo humano (estómago, intestinos, boca, vagina, etc.).
Fortalecen las defensas naturales del cuerpo contra las infecciones protegiendo el ecosistema bacteriano fisiológico. Los probióticos se llevan utilizando más o menos una década por sus efectos beneficiosos sobre nuestra salud.
JEAN-MARC BOHBOT
Infectólogo y director médico, Instituto Fournier